Durante las disquisiciones que se hace Freud respecto su primer sueño interpretado, el sueño de la inyección de Irma, vamos a llamar, se preguntará básicamente, dos cosas, de entrada, la primera si es un sueño de deseo o no y, en segundo lugar, si tiene carácter universal.
Llegados a este punto, la máxima preocupación de Freud está ubicada sobre otros prolegómenos dejados a un lado al descubrir las ideas latentes en el sueño de la inyección de Irma por parte de Otto, comprometiéndose a volver después. Las cuestiones que quedaron pendientes son las pertenecientes al primer capítulo, con elementos de la literatura científica y que fueron tratados por diversos autores teniendo tan solo en cuenta lo que se sabía entonces, el contenido manifiesto.
Por resumir lo más importante o clave de las declaraciones de dichos autores según la vida despierta y su vinculación con el material onírico, tenemos:
1.- Que el sueño prefiere para su manifestación los acontecimientos de los días precedentes.
2.- El sueño selecciona material, no reflejando el contenido habitual propio de la vida despierta, sino cuestiones secundarias, sin importancia, olvidadas por nuestra consciencia. Aquello que es inadvertido.
3.- El contenido preferente proviene de nuestra infancia aun cuando en la vida despierta esté proscrito y olvidado, pues los sueños suelen manifestar las impresiones primitivas más antiguas.
CABE RECORDAR QUE ESTAS APRECIACIONES HAN SIDO TRATADAS POR DIVERSOS AUTORES TENIENDO COMO BASE EL CONTENIDO MANIFIESTO, UNICAMENTE.
A.- LO QUE ES RECIENTE Y LO QUE ES INDIFERENTE EN EL SUEÑO.
Hay una ligazón indiscutible entre lo que acaba de pasar y lo que se sueña. ¿De cuánto tiempo se trata? Para comenzar a investigar recorriendo el nuevo camino Freud intercede en el tiempo y establece que lo más ajustado es ubicar la acción o situaciones en el día anterior en relación a la vida despierta, es decir, con el método de indagar la experiencia anterior más inmediata que se ha tenido a partir de lo que ha suscitado el sueño. Parece, en muchos casos, el camino más corto.
En los dos sueños previos de Freud analizados, el de Irma y el de su tío, la relación con el día precedente es tan patente que no necesita demostración.
En este punto en el libro, el investigador, muestra una relación resumida sinóptica de sueños a partir de su contenido manifiesto para averiguar inmediatamente después su fuente onírica. Por ejemplo, arguye varios pero citaré dos:
1.- Hace una visita a una casa donde le impiden casi entrar y hace esperar a una mujer.
Fuente: el día anterior conversa con una parienta que está esperando algo.
2.- Ha escrito una monografía sobre una especie de planta no demasiado conocida.
Fuente: la mañana anterior ha ido a un librería y ha visto una monografía sobre plantas ciclantacias.
Esta ligazón del sueño cabe preguntarse si se trata de del día anterior o si el parámetro tiempo es más extensible o duradero, esto es si se puede corresponder con un espacio del día más largo dentro de una pasado reciente. Freud asegura que cada día que ha logrado discernir el paso del tiempo de modo que parezca que hayan pasado tres días, antes de eso, en una indagación más precisa había estado convencido que ese elemento nuevo era del día anterior, aunque tomara parte en una concatenación de sucesos. De donde la ocasión reciente podía haber sido suscitada por un pasado menos reciente propiciando el recuerdo de aquella precisión más antigua.
Otro colega de Freud, al no recordar un detalle real, el nombre de Zarauz, topónimo español, cerca de Bilbao, con nombres similares, lo retira del foco de su atención hasta que, al cabo de unos cuantos meses, encuentra su origen en una estación de tren entre San Sebastián y Bilbao por la cual él había pasado con el tren doscientas cincuenta días antes del sueño.
Esto demuestra que las impresiones del pasado correspondientes a la noche anterior al sueño no muestran ninguna relación con el contenido onírico que pueda ser diferente al de cualquiera de las impresiones suscitadas en cualquier época más alejada. El sueño puede elegir su material sobre cualquier época de la vida siempre que queden vinculadas tales experiencias al hilo finísimo de la memoria desde las experiencias del día del sueño, en una relación suscitada pudiendo llegar a ser de frontera difusa pero con esa relación establecida, relación objetivable, por otra parte.
¿Pero de donde proviene la predilección por las impresiones más recientes?
Todavía no dejan de ser conjeturas, afirma Freud, tratando de desgranar su análisis a partir de un sueño concreto de su repertorio:
SUEÑO DE LA MONOGRAFÍA BOTANICA.
Ha escrito una monografía sobre cierta planta. El libro está abierto delante suyo y él lo hojea encima de una mesa de colores donde hay un especimen disecado a modo de herbolario.
ANALISIS:
Por la mañana ha visto en el aparador de una librería un nuevo libro que se titula «El género de las ciclantacias», el cual consiste en una monografía sobre esta planta.
Otro detalle unible es que este tipo de planta es el favorito de su mujer. Se autocritica que no se las regala lo suficiente. Tal y como ella desea. Dice Freud que no se olvida por casualidad y que puede encerrar un cúmulo de intenciones respecto de quien olvida. Secretas, por lo general. Porque es inconsciente la motivación. A veces, o siempre, se permite por parte de otra persona una conclusión acerca de la forma de pensar del olvidante.
Había una mujer joven a quien siempre su marido le regalaba flores el día de su aniversario. En esta ocasión no había sido así y por ello se lo recriminó la mujer, a lo que el marido le dijo: «Perdona, lo había olvidado completamente» y se fue corriendo a comprárselas. Sin embargo, la mujer había extraído una nueva conjetura distinta y había pensado de su marido que su mirada hacia ella ya no era la misma por ese detalle de las flores. Esta misma mujer encontró a su mujer, la de Freud y preguntó por él admitiendo que se encontraba bien. Hace años se sometió al mismo tratamiento de Freud.
Entonces, hace aparición un nuevo elemento: De forma verídica, Freud había escrito un artículo acerca de los beneficios de la cocaína como relajante mayor, su propiedad anestésica. En aquellos momentos, en su contexto histórico, se puede entender tal apreciación, hasta que es refutada. Este artículo dirigió la atención de un tal K. Koller, sin embargo, no lo consideró importante como para llevarlo adelante en los círculos médicos.
Le viene a la mente que durante la mañana del día después del sueño, piensa en este hecho relacionado con la cocaína pero como un pensamiento tipo fantasía en el que se alude al glaucoma, interpretando que si lo tuviera viajaría a Berlín y allí se haría operar de manos de un médico amigo suyo en la casa de un amigo berlinés. Este último se lo recomendaría de buen grado. Este operador, que no sabría quién era su paciente, haría saber la facilidad de operar gracias a un anestésico como la cocaína. Freud, por su parte jamás revelaría que había participado en ese descubrimiento.
Después se une también otro acontecimiento determinado tras recordar el sueño diurno recién se ha contado arriba. Después de lo de Koller el padre de Freud va a caer enfermo de glaucoma. Y fue operado por el amigo de Freud el doctor Königstein. El doctor Koller se encargó de la anestesia en cocaína habiendo estado unidas también al sueño las tres personas que habían participado en la introducción de la cocaína.
Estos hechos transcurrieron hacía unos días, justo cuando va a tener entre sus manos el escrito de colaboración de la cocaína donde sus alumnos, agradecidos, habían celebrado las noches de plata de su profesor y de la junta directiva del laboratorio. Entre los títulos de gloria va a encontrar citado el que hace referencia a Koller y su descubrimiento como anestésico. Es entonces, cuando se da cuenta de que el sueño está conectado con un pensamiento de la tarde anterior.
Aparece el señor Garner y su joven esposa sin que él se lo esperara. Previamente, había acompañado a su casa al doctor Cönigstein
MAS DATOS:
De joven se vio impulsado a estudiar a través de monografías.
Adquirió diversos archivos médicos, cuyas mesas de colores le entusiasmaban. Estando orgulloso de su profundidad.
Después cuando era estudiante le invadió una obsesión encubierta por poseer libros que su padre no tuvo más remedio que sufragar económicamente. Este dato de su juventud se une sin razón aparente con la visión del doctor Cögnistein por una conversación la tarde anterior con él respecto que cedía demasiado a sus afecciones.
ESCLARECIMIENTO DEL SENTIDO DEL SUEÑO.
La clave, la conversación mantenida con este doctor, Cögnistein, recordándola, de hecho, varias veces.
Repasando todos los temas sobrevenidos en la conversación el sueño cobra todo significado.
La conversación tiene múltiples ramificaciones y desde el contenido manifiesto aparecen todos los elementos mencionados. Porque tienen continuación gracias a un hilo conductor.
Conclusion-certeza: este sueño es continuación de el de Irma, es una justificación, un derecho que tiene a analizarlo, como hizo con el de la inyección de Irma. Prosigue el tema que se inició en el primero de Irma, en la forma de una opinión del propio Freud, quien dice «Yo soy ciertamente el hombre que ha escrito el tratado tan valioso sobre la cocaína», añadiendo su justificación. «Yo soy un estudiante muy capaz y aplicado».
En tanto en cuanto y sin el previo análisis, es decir, cuando solo conocía el contenido manifiesto es cuando lo vincula a una impresión del día, lo aparente. Pero la primera de estas impresiones es secundaria y sin importancia, irrelevante. Esto es, ver en el aparador un libro de botánica. La segunda experiencia era vital, hablar con su amigo oculista. El diálogo de impresiones interiores vitales fue interrumpido antes de acabar tales conclusiones. Porque llegaron unos conocidos. ¿Pero qué relación existe entre la vigilia del día con el sueño de la noche?
EN EL CONTENIDO MANIFIESTO APARECE LO SECUNDARIO DE LA VIDA.
MIENTRAS QUE EN EL ANALISIS DE LAS IDEAS DE LATENCIA, ESTO ES, TRAS LA INTERPRETACION APARECEN LAS ESCENAS CLAVES, VITALES, DE LA VIDA.
Así destruye lo que parecía un axioma de lo que se sueña en la vida diurna, su enigma desaparece porque se reconoce su insignificancia. Por la actividad psíquica se convierte, el contenido manifiesto, en una actividad pueril. Sin embargo recordamos lo que de manera latente vivimos. Lo que nos ha movido durante el día es aquello importante. Lo intenso de pensar en la vida diurna también se convierte en la verdad. Pero este contenido ha de ser interpretado.
La censura es la que impide que el contenido manifiesto que refleje durante el día algo relevante, se destripe, y, a su vez, es lo que también provoca la desfiguración onírica.
La pregunta que se hace llegados a este punto, Freud, es por qué miembros intermedios la impresión de la monografía puede relacionarse con la alusión a la conversación con el oculista ya que una relación de este tipo no es enseguida perceptible.
En el nuevo caso citado se trata de dos impresiones que nada tienen que ver la una con la otra excepto el hecho de que se han producido el mismo día.
La monografía le llama la atención a Freud por la mañana, al tiempo que a la tarde tiene la conversación.
En la composición del análisis del sueño completo hay que incluir también a todos los miembros intermedios aunque no sean relevantes, puesto que éstos nos llevarán a otros ocultos o reprimidos.
Sin una influencia procedente de otro sitio cualquiera, la primera impresión suscitada por la monografía de la ciclantacias podría ser únicamente que a su mujer le gustaban ese tipo de flores, en atención al contenido manifiesto. Como también el ramo de flores añorado por la señora ex paciente que su marido no le regaló por su aniversario.
Luego, añade, que estas ideas escondidas por si mismas no hubieran bastado para provocar un sueño.
¿Pero qué recuerda Freud en el ANALISIS?
Que el hombre que estorbó la conversación con el oculista se llamaba Gärtner (jardinero) y que Freud encuentró el aspecto de la señora de Gärtner «floreciente». También recuerda que tenía una paciente de nombre «Flora» que surgió en la parte central de la conversación como recuerdo.
A través de estos miembros o elementos intermedios, es como se llega a unir ambos dos situaciones que, de entrada, nada tenían que ver y que procedían del círculo botánico de representaciones. Dos elementos del día, el matinal y el vespertino, el indiferente y el emocionante. Tras de lo cual, se establecen relaciones ulteriores como la de la cocaína que provoca con todo derecho, la intermediación de la persona del doctor Kögnistein y una monografía botánica que el propio Freud va a escribir de modo que se cimenta en dos círculos de asociaciones, o de confusión, de representaciones, de tal manera que un fragmento deviniera en el otro fragmento del segundo advenimiento.
Por si alguien pudiera tachar este análisis de artificioso Freud se pregunta qué hubiera pasado si no hubiera aparecido el profesor Gärtner con su floreciente señora, y si la paciente nombrada no se hubiera llamado Flora, sino Anna?
La respuesta es clarificadora porque responde Freud que si no se hubiesen producido este tipo de ideas se hubiesen producido otras relaciones de ideas. El ámbito del ingenio es ilimitado y desde ahí hay numerosos ejemplos, las adivinanzas, todo tipo de pasatiempos placenteros, etc.
DANDO OTRO PASO ADELANTE:
Si no se hubiesen podido establecer entre ambas dos representaciones del día una relación intermedia bastante amplia, el sueño hubiera resultado bien diferente: la imagen o sueño de la monografía hubiera sido ocupado por otra impresión diferente del día, como una cualquiera o una concatenación y que olvidamos enseguida se habrían ocupado en ponerse en el lugar de la conversación dentro del contenido onírico.
Como solo ha habido como elemento secundario la monografía botánica, como destino onírico, entonces para la conexión con la vigilia o la vida despierta es ésta como la más adecuada.
El proceso psicológico por el cual un suceso o sucesos insignificantes o indiferentes se transforman en un suceso o sucesos del entramado psíquico valiosos, parece que no tiene una fuerte explicación epistemológica u oficial. Esta operación es ilógica aparentemente hablando, si se prefiere incorrecta, por el orden de aparición o la jerarquía de importancia pero con posterioridad se le otorga un fundamento científico. Por el momento, se ha tratado el resultado de ese proceso para la aceptación del cual se documentan experiencias repetitivas y numerosas en ocasiones reiteraciones de elementos, o de sueños sucesivos, de una forma regular. Ahora bien, estos miembros intermedios o elementos no focalizadores del inconsciente todavía, implican un desplazamiento cuya carga psíquica intensa les fuerza la irrupción a la consciencia. Por fin, se podría decir. Es el mismo sentimiento que se produce en la vida despierta cuando por ejemplo la soltera traslada su afecto a los animales o el soldado a su bandera como símbolo de un afecto patriótico, o también, cuando, dice Freud como ejemplo pragmático, un apretón de manos prolongado produce felicidad y placer amoroso, etc. Y, ¿es por eso, entonces, que se considera que en el ámbito del sueño todo lo que hemos pensado y ha llegado a nuestra consciencia por un proceso similar es producto no de una enfermedad o de una perturbación sino de un proceso diferente del normal como un proceso de naturaleza más primaria y necesaria? Es precisamente por este motivo por el que nosotros interpretamos los sucesos que el procedimiento onírico asume como sucesos secundarios como producto de la desfiguración onírica, a través de dicho desplazamiento.
A través del análisis onírico encontramos la verdad, la fuente verdadera y psíquicamente importante del sueño. Fuente que proviene de la vida diurna y que se convierte a través del desplazamiento en recuerdo indiferente.
LA OPUESTA TEORÍA DE ROBERT
El hecho que quería expresar este autor no existe, no es más que un malentendido: el niega el establecimiento del verdadero sentido del sueño y en contraposición ofrece criterio de verdad al contenido onírico aparente. Si el sueño fuera liberador, entonces habría de ser tormentoso y no una traslación de nuestra vida espiritual despierta.
Nuestra memoria nos protege, en teoría, de nuestros problemas diarios de la vigilia, al impedir recordar lo manifiesto. Pero si consideramos el sueño completo la noche entera no bastaría para tal propósito. Es por tanto, que el olvido se debe a las impresiones indiferentes que se entrelazan unas con otras sin una intervención activa de nuestras fuerzas anímicas.
Cuando un día nos ha traído dos o más sucesos dignos de suscitar sueños, el sueño los une como una sola totalidad o entidad.
Sobre la base de numerosas experiencias similares por asociaciones libres o anímicamente importante, tanto uno como otro criterio, Freud aduce como conclusión en este punto, que establece el principio de que para la elaboración del sueño existe un tipo de coacción encaminada a recoger en una misma unidad a una serie de fuentes oníricas existentes.
El elemento suscitador del sueño puede ser:
-Una experiencia reciente y psíquicamente importante que es representada directamente en el sueño.
-Diversas experiencias diversas e importantes que son recogidas en el sueño como una unidad.
-Una experiencia o experiencias recientes importantes que en el contenido onírico son recogidas como una experiencia simultánea por bien que indiferente.
-Una experiencia interior importante (un recuerdo, un proceso mental) que es representada en el sueño regularmente por el esdevenimiento de un impresión reciente, por bien que indiferente.
La multiplicidad aparente se cumple aquí respecto de las condiciones por la alternativa que se cumple un desplazamiento si bien esta forma de relacionar los elementos dice Freud que es lo mismo que en el capitulo primero relacionamos los estímulos físicos o sensitivos. (Ver en el post correspondiente anterior en la literatura científica). En concreto sería la forma en que un grupo de células pasa de un estado parcial de vigilia a un estado de vigilia completo.
Se observa en esta lista de fuentes oníricas que para que se produzca la formación del sueño respecto del elemento psíquico valioso, bien sea reciente, bien no reciente (un proceso mental, un recuerdo), un elemento psíquicamente reciente pero indiferente, deben cumplirse dos condiciones:
1.-Que el contenido onírico tenga una conexión con aquello que ha experimentado recientemente.
2.- Que el estímulo del sueño continúe siendo un estímulo valioso.
Al mismo tiempo, si una impresión reciente ha envejecido debido a una serie de manifestaciones oníricas repetitivas se llega a la conclusión de que el valor de una impresión se debe a su alto valor psíquico, el equivalente a un recuerdo lleno de intensidad o afecto psíquico derivados de procesos mentales.
Solamente en reflexiones psicológicas posteriores podemos adivinar el fundamento de las impresiones recientes por lo que respecta a la formación del sueño.
Por la noche, nuestra consciencia aletargada o dormida puede no apercibirse de precisamente transformaciones importantes tocantes al material onírico. El sueño ya no es puramente fisiológico, pues dice Freud que hemos pasado de una psicología del acto de dormir a una psicología del sueño.
En el próximo post se recogerán impresiones refutables al hecho de que los sueños son eminentemente sucesos recientes pues se han encontrado elementos de periodos primitivos de nuestra vida y hablaremos también del elemento infantil como fuente del sueño.