LA INTERPRETACION DE LOS SUEÑOS – SIGMUND FREUD.
VOLUMEN I, ED. AMPÚRIES.
ANALISIS CONCERNIENTE A SU PROPIA METODOLOGÍA FUNDADORA DEL CARACTER ETIOLOGICO DENTRO DEL CAMPO PSIQUICO DE LOS SUEÑOS, DERIVADO DE UN ESTUDIO SIN PRECEDENTES, HASTA ESE MOMENTO, DEL SUEÑO COMPLETO, ATENDIENDO A LA TEORIA DEL PSICOANALISIS APLICADO AL ORIGEN DE LOS SUEÑOS, SU VINCULACION CON EL INCONSCIENTE Y LO REPRIMIDO Y LA CASUISTICA EMPLEADA.
Vamos a hablar de los principios en que se formularon los primeros postulados en relación a la metodología seguida por Freud respecto a la interpretación de los sueños.
Seguiremos por orden consecuencial de manera fidedigna al libro, éste, mi estudio experiencial, un tanto empírico si extraigo conclusiones a mi modo de ser efectuados los análisis documentales pero sin desligarme, eso intentaré, de la misma teoría y praxis vertidas. Os recuerdo que no soy psicoanalista, ni facultativa, tan solo soy analista y documentalista autodidacta.
Después de una serie de epílogos y anexos fechados por Freud, la interpretación de los sueños propiamente dicha empieza así:
ANALISIS DE UNA MUESTRA DEL SUEÑO.
Vayamos, pues, reordenando ideas.
El título es significativo en este apartado -señala Freud- y que se relaciona con el sentido de la obra y su motivación, así como con su objeto de estudio. Se adhiere a lo que hace referencia a la concepción del sueño porque sus elementos cohesionados son susceptibles de una interpretación más profunda, que vaya mucho más allá, de lo que esbozaba la psiquiatría, ideológicamente, y también, la literatura científica. No solamente lo obvio, el contenido manifiesto inmediato o reproducido, y la representación de lo recordado tras despertar.
El afirma, desde este punto de vista que, a tenor del método científico, podría considerar, la suya, vista por ojos ajenos, detractores, como secundaria o menospreciarse relativamente; lo dice, no de entrada, sino tras haber realizado una relación sinóptica bastante detallada de otros autores, que van desde la antigüedad al siglo XVIII y coetáneos.
Su teoría científica se contradice, por tanto, con la teoría onírica dominante que desprecia, en sus variadas formas, las manifestaciones psíquicas. Y, todo ello, habiendo estudiado con anterioridad las teorías oníricas de otros, que describen los efectos y no las causas, los estímulos corporales, los estímulos sensitivos o sensoriales, tanto internos como externos, siendo éste el modus operandi que se fragua, como resultante, en ser reduccionista y fragmentario.
Con una excepción, la de Scherner, quien otorga al sueño un sentido total, completo y universal, empíricamente hablando, no tomando solo en cuenta fenómenos aislados. Refutan, Freud y este autor también lo hace, en cierto modo, el sentido somático del sueño y, mucho más, si cabe, si se aduce como etiología esta argumentación, comprendiendo entre somatizaciones y estímulos, vinculados al aparato anímico.
La actitud opuesta, Freud, la llama «profana» pues es diferente y equidistante.
Recordemos las características descritas a modo de reductio ab absurdum, puesto que son sesgadas sobre el hecho de la absurdidad del sueño y su incomprensión e incognoscibilidad, al ser éste reproducido a través de la memoria.
Scherner, aunque reconozca estos rasgos, no niega un sentido al sueño, repleto de toda significación.
La superstición, el desconocimiento de otros estratos de la mente, como por ejemplo, la I Tópica (consciente, preconsciente, inconsciente), siendo el sueño y su material onírico, dice, oscuro y oculto, por más que, sin embargo, alega como método la sustitución de ese sentido oculto por otro proceso mental, donde es necesario no considerarlo una mera copia de la vida despierta, lo que supone un ligero avance semántico, no científico-materialista del relato, como haría Freud analizando todo un cuerpo teórico donde lo reprimido es lo que hay que barajar, buscando la autenticidad de las manifestaciones.
Dice la corriente de literatura científica anterior, que esta sustitución puede afrontar el hecho de encontrar el significado oculto del sueño de un modo intuitivo, no exento de caos explicativo en cuanto a sus premisas, adyacentes a, por ejemplo, la conciencia absolutamente tranquila y ajena a la crítica o al rechazo de lo observado o recordado.
La interpretación subjetiva no es el camino por cuánto de engañoso es su trazado a ojos vista.
Hay dos métodos fundamentales interpretativos, históricamente hablando:
1.- Interpretación simbólica de los sueños, considerando el contenido onírico como un método pero lo que intenta hacer es sustituirlo por otro contenido que sea comprensible manifiestamente y análogo, otorgando a esta traducción o traslación una igualdad con las experiencias que se recuerdan; tampoco integran otros elementos que considera alienados al yo sujeto. Fracasa porque hay dentro de las tipologías del sueño algunos, si no, la mayoría de sueños, que son incomprensibles al entendimiento perceptivo, a la vez, que embrollados, pues también se mezclan asociaciones sin, al menos, leyes mecanicistas.
EJEMPLO:
Tenemos el famoso sueño de José, una vez el éxodo del pueblo hebreo hacia Egipto se hizo factible circunstancialmente, estando éste a las órdenes del faraón en su corte. Soñó con las vacas gordas y con las vacas magras, interpretándose simbólicamente, siete años de abundancia y siete de carestía.
No esgrime esta interpretación los caracteres propios, intrínsecos del durmiente José y la interpretación era tan arbitraria como subjetiva.
Pone Freud el ejemplo de todos los poetas de la antigüedad, revestidos de una falta de los caracteres personales conocidos o reconocidos por ese mismo poeta.
Refuta, igualmente, Freud, el carácter profético de los sueños, que no es más que una significación predictiva.
Es un percepción engañosa, confusa, la dirección de estas representaciones simbólicas, unidas a facultades o a altas capacidades del intérprete, según el criterio popular.
2.- Segundo método popular:
Es un método antagónico al anterior. Podría denominarse como un descifrador de signos o de caracteres individualizados, a modo de escritura secreta.
No permite la universalización de metodología alguna pero sí que otorga al sueño una naturaleza universal. Es imposible de aplicar donde no hay tampoco una casuística de todos y cada uno de los sueños, potencialmente, desde nuestros ancestros, hasta el momento, mediante este tipo de registro.
EJEMPLO: Una palabra o concepto se sustituye por otra, no atendiendo siquiera al contexto o contextualidad. Aunque hay que decir que no es una traslación mecánica, sobre todo, si vemos el ejemplo pragmático vertido por Artemidor de Daltis. La variación efectuada por este filósofo o poeta consiste en atribuir características y condicionantes singulares o unipersonales: teniendo en mente a la persona y sus circunstancias, difieren en sus sueños y su tratamiento el rico del pobre, el casado, el orador, el soltero y el comerciante, etcétera.
TRATAMIENTO CIENTIFICO DEL TEMA:
-No puede cuestionarse la improductividad e incapacidad a nivel de interpretación científico de ambos dos métodos, como y se ha referido a su mecánica, no es necesario volverlo a explicar. Del método descifrador, dice Freud que es un tanto más fiable pero no así eficaz, pues consultado el libro de los sueños encuentra dos simbologías sustituidas por dos conceptos, ideas o palabras, a secas. El sueña con un entierro y con una carta, de donde carta se sustituye por disgusto y entierro por otra cosa sin analogía semántica, desposamiento, o lo que concierne al compromiso mutuo de casamiento de dos enamorados. El segundo método es intuitivo y depende de la genialidad y el arte de adivinar o de reinterpretar bajo un código de secretismo, lo cual, no garantiza que las sustituciones sean correctas. De esta traslación mecánica se argumenta que el método de Artemidor de Daltis es más preciso porque distingue condicionantes para grupos o sectores de personas, propias, característicos rasgos más individualizados, como ciertas condiciones sociales, estado social, personal, sexo o género, económicos o sociopolíticos, por ejemplo, si es rico o pobre, si es comerciante, orador, etc.
La crítica de Freud no es a la ciencia en su estado historicista e ideológico, en función del método científico, continuista de considerar los sueños como fenómenos somáticos, sino también hacia el convencimiento popular cuando está muy extendido y, a la vez, muy arraigado y supera incluso la visión biologista de los sueños, la dominantemente científica.
De las fobias histéricas y las neurosis obsesivas, así como otras enfermedades psíquicas, pasamos al método depurado por Sigmund Freud, en sus primeros estratos de investigación. Teniendo que emplear casuística propia y de los enfermos, sobre todo, del repertorio de Freud desde el cual, se desdibujará un análisis tras la descripción del sueño que ahonde en ese paso trascendental de alcanzar el mecanismo o cauce interpretativo científico materialista hasta descifrar las ideas marcadamente subterfugias y no directas o manifiestas, esto es, las que llamaría después ideas latentes. Pueden ir concatenadas, asociadas, hacer sustituciones, saltos o traslaciones psíquicas, similitudes en los signos (verbales o auditivos transformables en otros síntomas o manifestaciones análogas pero que no significa que sean la respuesta todavía, sino que hay necesariamente que realizar ciertos giros capciosos.
1.- Paso: contener o reprimir la crítica o el rechazo a lo comprometido o grotesco. De esas ideas no reprimidas, surgen otras. Y pueden surgir más con variaciones en el contenido manifiesto observable. Para llegar a las primeras suposiciones probables, sometidas a juicio de la hipótesis.
2.- Se necesita una preparación psíquica del enfermo en cuestión, a través de las famosas sesiones en el diván o sesiones conversacionales.
Freud no pretende, de entrada, descifrarnos el método materialista, ahora mismo no es el momento, en otra ocasión -argumenta-. Está más preocupado por cierto orden y disciplina narrativas, semióticas, aunque sea un mecanismo con cronología. Yendo por orden nos refiere un sueño.
3.- ¿Qué deben de hacer, primero, los enfermos, para prepararse terapéuticamente?
Tratar el sueño como un síntoma es importante, puede haber representaciones patológicas en el mismo sueño que pueden volver a aparecer o no con independencia de la curación en el estado de vigilia. Sirve a ambos casos la premisa de acción mecanicista. Solo hay que mover el recuerdo hacia una idea patológica manifestada por comparativa del sueño despierto a la simbología onírica. Y será el principio. Luego, hay mucho más.
Se precisa un aumento de la atención en lugar de la ejercitación psicológica, no es el objetivo en un primer momento. Excluir la crítica elimina el juicio intelectualizado de una situación o su disfraz a conveniencia no demasiado riguroso con el síntoma o síntomas. Para ellos ¿qué es más fácil? ¿Juzgarse por lo negativo, o por el contrario, autoexaminarse, autoobservarse con la mayor de las tranquilidades?. La autorreflexión, aunque puede ser metódica es un paso directo hacia la crítica, al rechazo y al solapamiento de lo importante por insignificante que sea.
4.- El paciente tiene que ser capaz de comunicar todo lo que se le pase por la cabeza. Sin reprimir una sola idea, si está asociada con la anterior. Aunque todas las asociaciones puedan parecer absurdas o inconexas. No es lo mismo, por tanto, reflexionar que observar.
5.- En el adormecimiento surgen las representaciones involuntarias, porque la consciencia se relaja, o la actitud crítica, que es lo mismo. Solemos decir que estamos fatigados y que el cansancio es un inductor del sueño. Y lo es. Pero no es voluntario el proceso, aunque haya una transformación hacia lo voluntario de la acción misma del dormir. Tras dormirse o adormecerse, surgen las ideas involuntarias, esto es, las claves para descifrar. Consecuencia de la actividad psíquica del verdadero sueño central, o más profundo. Es así como se producen acciones involuntarias transformándose en voluntarias, pues la consciencia está aletargada y el inconsciente hace acto de presencia. Aunque no seamos conscientes. Por supuesto es imposible recordar todo el sueño, tan solo porciones aisladas y ese fragmento es el que se va recomponiendo, no necesariamente por orden y jerarquizado.
6.- Lo que cuentan son las segundas intenciones de lo que el soñador cuenta o le viene a la cabeza. Es el detalle, no la cuenta en masa. El sueño es un conglomerado compuesto de formaciones psíquicas diversas en grado y en materia.
¿POR QUE NO CONSIDERA LOS SUEÑOS DE NEUROTICOS LA PANACEA DEL METODO, AUN CUANDO SEA VALIDO CIENTIFICAMENTE?
POR DOS RAZONES:
1.- Por la objeción de la ciencia y los detractores, el mismo público lector en su agudeza, porque se puede entender que no representan los sueños de todos, aunque el método sea fiable y se podría entender la metodología como sueños solo de neuróticos.
2-Porque, al mismo tiempo, se exigiría las condiciones etiológicas, formadoras de forma originaria de todas las neurosis como una disciplina aparte no exclusiva para interpretar los sueños o una parte de lo mismos. Los sueños de los neuróticos no pueden predecir los que hacen al resto sus modelos de interpretación. No se puede homogeneizar.
Freud, aunque admite pudor y vergüenza elige uno de sus sueños para superar su propio interior. A nivel autoterapéutico y trasladarlo a los demás. Lo considera más fiable. Aparece su propia casuística personal con un reporte previo para cada sueño, un análisis y la interpretación de ciertas ideas latentes o prelatentes.
RASGOS DEL SUEÑO.
-Se sustituyen figuras de autoridad o de importancia, por ejemplo, dos pacientes que sustituyen a la enferma histérica acompañada por síntomas de otros aplicados a ella. Hasta alcanzar la venganza o mecanismo de defensa de Freud en el sueño tenemos que analizar ciertos elementos, algunos secundarios, pero concatenados o asociados, con saltos figurativos, cambios de identidades, asociaciones de dos personas en una para simbolizar una rivalidad donde existe una supremacía para representar una obsesión o error que crea culpa. Muchos rodeos del contenido manifiesto hasta alcanzar alguna conjetura, como por ejemplo, que el mismo Freud no quiere reconocer que erró el diagnóstico y por ello en el sueño los síntomas de la enferma aparecen como orgánicos, otra figura relevante le tiene que ayudar, porque tal y como ocurre en la realidad de la enferma, ésta rechaza la solución y el médico amigo del sueño también. Como si fuera un doble castigo para Freud o éste buscara la no culpabilidad. Hay elementos absurdos y analogías lexémicas de nombres que se parecen. Como inyecciones y la palabra difteria e histeria, similitud cacofónica. Inyecciones imposibles, con sustancias imposibles, que ocultan que un amigo de Freud murió por sobredosis de cocaína, práctica habitual terapéutica en medicina hasta que es rechazada oficialmente. Así la absurda inyección de ácido propiónico indica una mala praxis o un mal diagnóstico escondido, escudriñado.
No refiero el sueño porque éste es muy largo y está lleno de detalles.
Fragmento a fragmento es interpretado el contenido manifiesto, excepto algunos otros pedazos, para averiguar el significado oculto. Pero hay cosas en las que no se puede profundizar si entra la censura o la crítica. O la vergüenza de donde también se extraen cosas, a posteriori.
Aparecen frases y algunas son secundarias pero llevarán a otras significativas ahondando en el desarrollo de los acontecimientos oníricos.
Terminada la interpretación del sueño, afirma Freud, que le ha costado un gran esfuerzo por sostener con todo detalle los contenidos manifiestos con las ideas latentes. Admite que el sueño le transfiere el deseo o deseos reprimidos de la tarde anterior. El sueño es liberador porque le descarga de la responsabilidad de cómo se encuentra su paciente, Irma, la enferma de histeria, tras toda una serie de argumentaciones representando un deseo de Freud.
También se han hecho comprensibles otros detalles secundarios que se corresponden con detalles del sueño. Hay una venganza hacia Otto Rank, inconsciente, interiorizada, intimista, inconfesable. Por un acto del pasado relacionado con las inyecciones, dentro del sueño, que es como se representa. No es el único que sentirá el peso de su ira, también la paciente que no acepta la solución y que Freud la categorizó en la realidad por ese motivo como poco inteligente, poniéndola en el sueño toda clase de síntomas orgánicos que nada tenían que ver con la histeria o los síntomas meramente histéricos.
Admite la posible adición de incógnitas o nuevas lagunas en el mismo sueño, eso es una cuestión pragmática lógica. Pero, no obstante, ya conoce los puntos de partida a partir de los cuales se pueden conocer ulteriores conexiones de ideas, teniendo en cuenta que muchos elementos pueden ser reactivos o episódicos, repetitivos, o no.
Si la ciencia sigue este método, asevera Freud, reúne las premisas y variables para una verdadera interpretación de los sueños con una rigurosa metodología y encontrará, cuanto mínimo, al menos, que el sueño tiene un sentido y no es una actividad mecánica del cerebro y meramente fisiológica, como muchos autores pretenden, sigue reafirmándose el autor -contra su inevitable hándicap histórico y contextual-.
Como conclusión puede reconocerse el sueño como un cumplimiento de deseos, tras haber realizado una verdadero y desgajado trabajo de interpretación previo y laborioso.
Los que tengan el libro podrán conocer el sueño del que se habla como casuística preliminar. Lo reconocerán como parte de su material onírico sin menospreciar ninguno de sus detalles y que yo me he visto obligada a omitir por extensión y por ir al centro de las argumentaciones.
DEJAMOS PARA LA SIGUIENTE ENTRADA EL APARTADO III:
EL SUEÑO ES UN CUMPLIMIENTO DE DESEOS, donde aborda aspectos teóricos muy interesantes como mecánica interpretativa.