Hola, lectores y amigos. Pretendo, de manera gnoseológica y también epistemológica, partiendo de la teoría psicoanalítica del mismo Freud, realizar una reseña de esta extraordinaria obra científica materialista.
LA INTERPRETACION DE LOS SUEÑOS, DE SIGMUND FREUD.
La edición que yo tengo engloba dos tomos, Volumen I y Volumen II.
Están extraídos de la biblioteca de un barrio cercano a mi domicilio incluida en la red de bibliotecas de la Generalitat Valenciana.
Considero importante y un utilísimo privilegio hacer uso de los excelentes recursos públicos puestos a disposición de los ciudadanos.
EDITORIAL: Biblioteca Universal EMPÚRIES. Editorial Empúries, Barcelona.
IDIOMA: Catalán.
Título original: Die Traumdeutung
Primera edición: octubre de 1984.
La interpretació dels somnis Volum I.
La interpretació dels somnis Volum II.
AUTOR: Sigmund Freud.
Sigmund Freud fue un médico e investigador vienés, considerado padre del Psicoanálisis, fundador de esta rama o Escuela psicológica materialista y cuyo vida, obra e historiografía os dejo en este enlace de la fuente de la WIKIPEDIA:
SIGMUND FREUD:
https://es.wikipedia.org/wiki/Sigmund_Freud
LA INTERPRETACION DE LOS SUEÑOS:
INTRODUCCIÓN, OBJETIVO E INTENCIONALIDAD DE ESTE ESTUDIO.
Partiendo de mi propio análisis pero siendo lo más rigurosa posible con el propio desarrollo psicoanalítico de Freud y de su obra original, trataré de no cometer demasiados errores lógico-empíricos o me cuidaré de no alcanzar conjeturas desligadas de la teoría y praxis que esboza este singular, clásico y excepcional libro, estudio y referente teórico y pragmático que sirve de ilustración tanto a la docencia como a la investigación erudita y profesional, si bien, he de introducir que, aunque está mínimamente vinculada a la cátedra su objeto de estudio, me refiero al Psicoanálisis, desde su etiología, no lo suficientemente arraigado desde una base tradicional en España. Si, por el contrario, tengo entendido, en otros países de forma terapéutica propiamente, como sucede en EEUU o en Argentina, por ejemplo. Siendo esta argumentación opinable, o no, lo cierto es que lo asumo en este artículo, más bien, como una suposición personal. Que me disculpen los verdaderos entendidos y especialistas en esta disciplina científica o los miembros del corporativismo positivo y pedagógico del mundo universitario, si infiero en una conclusión incierta.
Dicho esto, empecemos a adentrarnos en el maravilloso y todavía ignoto en algunos de sus aspectos, mundo de los sueños, la vida onírica de la que todos gozamos en mayor o menor medida. Es un entramado complejo y continuista en otros campos relacionados con la investigación y estudio, los relativos a su simbología y tipología, naturaleza e interpretación, estudio, imbuido, a su vez, de otros tantos puntos de vista igualmente válidos y análogos en atributos y características analíticas y también psicoanalíticas, tal y como en este último estrato, el psicoanálisis ha sido visto como desarrollo ulterior, dentro de una evolución y diversificación cronológico-temporal y semántica que no debe dejarse de lado aunque el origen fundacional, es el que es. Me remitiré a su origen etiológico y científico a la hora de efectuar un estudio que, por falta de mis conocimientos empíricos, intentará hacer una síntesis a modo de transcripción razonada de lo que vaya leyendo. Quizá divida el estudio en varias entradas si observo que mis disquisiciones merecen la extensión oportuna en caracteres, dado el acúmulo de conocimiento que integran los dos volúmenes.
Agradecer, por último, al hilo de esta introducción aclaratoria, la comprensión del sentido y significado de mi trabajo en cuestión, la lectura y la toma de tiempo que requiera esta lectura.
Tan solo soy lectora ávida y documentalista. Nada más. Mi intención es absolutamente didáctica, dentro de los cánones éticos y por qué no, deontológicos, no siendo del ramo, ni profesional, ni siquiera estudiante oficial académica, sí, por el contrario autodidacta. Al menos, pretendo configurarlo como valor experiencial en un intento personal por aprender de quiénes sí saben de esto.
INTRODUCCION A LA PRIMERA PARTE DEL PRIMER VOLUMEN. PRIMERA TOMA DE CONTACTO.
Mi opinión de los sueños, desde un punto de vista más prosaico que otra cosa, habiéndome leído hasta el momento presente hasta la página 73 del primer volumen. A modo de introducción de la primera parte. Donde observo un requerimiento del mismo Freud a converger y al mismo tiempo, refutar, varias tesis o argumentaciones teóricas acerca del material onírico y su taxonomía, lo hará, dicho por él, a posteriori, de lo que, llamémosla así, parece una especie de casuística formulada por diversos autores, referentes en la materia, y que ya adoptaron entonces, sus posiciones, como eminentemente científicas, teniendo presente la rigurosidad oportuna puesta en función del tiempo en que fueron formuladas y el estadio en que se encontraba dicha materia puesta en valor también desde el método científico existente, basado, muchas veces, en ejemplificar su propia autoevaluación onírica. Así es como muchos de ellos empezaron sus investigaciones, tanto o más, como también partiendo de la clásica observación de estímulos, fenómenos y/o causalidad, si la hubiere. Es referida, por parte de Freud, una casuística comparada en alusión a la tipología de los diferentes sueños y a su origen primario en el sentido de su contenido onírico y de su simbología. También se alude a los estímulos del nacimiento del sueño, en relación a la vida despierta, a la fisiología, a los diferentes órganos u aparatos vitales del cuerpo humano, a la vinculación con las emociones, con la vida inconsciente, con lo subjetivo y sensitivo, tal y como se arguye que se comporta el alma cuando faltan, suficientemente, los estímulos de la realidad cognitiva o mental, etc. Con la toma en consideración de una serie de clasificaciones, puestas en confrontación según el autor de que se trate, formándose diversas corrientes de trabajo en relación a causa-efecto, o relaciones objetivables en cuanto al funcionamiento de la mecánica de soñar. La vida psíquica va cobrando fuerza a medida que se avanza en la investigación y también la anímica. Se intenta dilucidar la injerencia del cerebro, del alma, de los sentimientos y la naturaleza arbitraria y desordenada del contenido, que sufre una transformación al pasar de la vigilia al estado durmiente. Dicho así, no parece ser este primer esbozo demasiado categórico, resolutivo en cuanto a afirmaciones específicas, pero he querido introducir un resumen sintético de lo que nos encontraremos en los primeros capítulos o parágrafos.
PERO, VAYAMOS POR ORDEN.
En primer lugar, lo que se deduce de los filósofos y pensadores de la antigüedad es que partían sincréticamente, de afrontar la etiología o nacimiento de los sueños atribuyéndoles una doble vía interpretativa que, la ciencia posterior intentará refutar: por una parte, su carácter marcadamente divino y, por otro lado, una supuesta o hipotética, aunque, más pronto, tradicionalmente subjetiva funcionalidad, extraída de la búsqueda de fuentes eminentemente premonitorias.
Dicho lo cual, a modo de entradilla, he de presentar dentro de la estructura del Volumen I una nota del autor que señala, entre otras cosas, su intención de no traspasar, de entrada, más allá de las tesis que indiquen causalidad de tipo neuropatológico, atribuibles a la cuestión o cuestiones derivadas del propio y necesario interés del médico o psiquiatra en los casos en que se traten, por ejemplo, la histeria o fobia histérica, las alucinaciones, o la idea obsesiva, patologías que denotan un objetivo terapéutico práctico.
Entiendo que los primigenios cánones y postulados, a posteriori, quedarán enmarcados dentro de una taxonomía y predisposición de los sueños, anárquica pero científicamente comprobada, dado que, de modo genérico, se van tratando varias consideraciones como elementos intrínsecos, representados, de forma aparente, en un primer estadio de investigación por parte de ilustres científicos, como modelos o corrientes iniciales que explicarían determinados estímulos o fenomenologías, casi siempre, a modo de ejemplos pragmáticos pero que no entrañan todavía bases sólidas para establecer causas y maneras comportamentales oníricas más allá de las conjeturas experienciales, muchas veces, transcritas al recordar lo soñado, siendo ésta la principal metodología para realizar análisis empíricos, que resulten de lo observado por el propio durmiente. Asimismo, se citan autores y ejemplificaciones de sueños, así como las primeras clasificaciones de los mismos, estímulos orgánicos internos y externos, contenido ligado a la psiquis o psicología y otros estímulos sensitivos, y que se basan, fundamentalmente, en las imágenes oníricas, a veces, episódicas o reactivas, otras, puestas en medio de un contenido más bien arbitrario o desordenado que no explica el mecanismo inconsciente que Freud sí atribuirá después, al igual que otros pensadores o entendidos en la materia, que le sean afines.
Señala el mismo Freud que hay muchos puntos de contacto y rupturas en la exposición fenomenológica o simbólica que no desentrañan taxativamente cómo se llegan a formar los sueños, atendiendo en todo caso, a consideraciones abundantes ligadas a la fisiología, tanto orgánica, interna y externa, como anímica y donde la intelectualidad no se representa como real o análoga al contenido onírico, muchas otras veces, inevitablemente desligado éste del mundo despierto, también de lo psíquico y mucho más desligado aun, de lo intrapsíquico. Por tanto, realiza una observación necesaria para entender la genealogía del sueño en su conjunto, esto es, que parte de un material inicial deficitario y que solo con posterioridad irá desgranando, poco a poco; en un primer momento, valiéndose de otros referentes que excluyen, en gran parte, su propia teoría ya formulada con el tiempo. Pero tiene que ponernos en situación previa, a partir de estudios muy básicos o unilaterales, si bien, en ocasiones, se ahonda en corrientes divergentes, otras más unificadas, dependiendo de cada autor.
El motivo que le conduce a empezar de dicho modo, y no partiendo de sus propias investigaciones, es porque, según incide en el primer prólogo, sus efectos en la terapia están marcados fundamentalmente, al menos, en su primera etapa, por el estudio y tratamiento de las neurosis y, por tanto, considera, que no debe ser motivo de causalidad o fundamentación, patologías de la mente asociadas y sometidas a tratamiento, para cada uno de sus pacientes. Esto es, que tanto sus propios sueños, como los de sus pacientes, no sirven para profundizar en la explicación de las reglas del contenido onírico, así tampoco como la serie de sueños comunes, en tanto en cuanto resultaba demasiado subjetivo abordarlo así, tanto, como demasiado supeditado a una intimidad sospechosa. El motivo básico, el de peso, el que influye para el objeto de estudio, inicialmente, es la muerte de su padre, tras de la cual, surge una necesidad particular imperiosa para reorganizar sus propios intereses. Con lo cual, ve obligado a omitir o sustituir muchas intromisiones personales, particulares, o subjetivas, si bien, también afirma que no se les puede negar a las personas, de igual modo, el derecho a la libertad de pensamiento, relativa a su personal conocimiento de los sueños en general, por lo que pide cierta comprensión, ya que no puede emplear, desde un primer momento, el psicoanálisis y aplicarlo como metodología orientativa.
Sí que es verdad, que el conocimiento científico se va desarrollando y acumulando, por lo que se añaden otros conocimientos derivados de la evolución más detallada innegable de ser añadida como vehículo que explica ciertos comportamientos del sueño en comparación al estado de vigilia.
Creo necesario, al mismo tiempo que todo esto sucede resumir el objeto de estudio y funcionalidad que atañe al motivo de realizar hasta ocho prólogo, atendiendo individualmente a cada uno de los mismos. Eso facilita la comprensión lectora por lo novedoso o lo que, por el contrario es mantenido en el tiempo y no varía.
Se debe de observar que, en esta edición, de forma consecuencial, existen varios prólogos, hasta ocho en total, desde donde el autor conformará una sólida base de intenciones y objetivos de investigación aclaratorias. Mi opinión en este último punto, es que considero mejor que dispongan directamente de los mismos, aquellos lectores que tengan el privilegio de poder leerlos todos, tal y como originalmente fueron escritos.
PROLOGO DE LA SEGUNDA EDICION. LA NOTA PRELIMINAR, CON ANTERIORIDAD, YA HA QUEDADO SINTETIZADA AL MAXIMO:
Como la primera edición data de 1899, al inicio de la segunda década del siglo XX, a partir de 1900, se hace necesaria la ampliación de datos y consignas de comprensión temática. De por qué aborda lo que aborda y cómo lo aborda.
El sueño, como comprensión nueva del sueño estudiado y observado y de su comprensión epistemológica, desde la psiquiatría, no deja de sorprender a los propios médicos, según Freud. Porque es tratada como una convención que no parece suscitar el debido interés por parte de la Comunidad Científica. Lo especifica hablando de los filósofos profesionales como corroboradores del tratamiento de unos cuantos elementos parciales o reduccionistas, en cualquier caso, de un solo principio orientador reformulado según conocimientos diacríticos con respecto a la teoría psicoanalítica. Es como si renombraran los diferentes estados de conciencia como un apéndice acotado del propio objeto de estudio onírico per se. El mismo Freud con todo sentido de humildad es capaz de afirmar que hubiese preferido que la obra, tal y como estaba configurada entonces, era preferible que hubiese pasado desapercibida por tales consideraciones y, no obstante, existía un grupo de partidarios de la teoría psicoanalítica y continuistas de la labor del analista en todo rigor, gracias a lo cual, interpretaron su ejemplo de modo análogo, sin dispersiones ni florituras que faltaran a todo el conocimiento ya formado. Incluso aplicándolo, si cabe, al exhaustivo y tan específico estudio de la neurosis, un campo abonado para ahondar en diferentes fenómenos asociados al sueño o al mundo onírico. Y es aquí donde gracias a la asociación con sus colegas, encuentra pocas cosas para cambiar, aportando, eso sí, nuevo material. De hecho, el intento por hacer reelaboraciones dado el conocimiento científico más amplio en el campo onírico, lo hace posible superando la prueba del tiempo. Y, es más, es, precisamente en la materia del análisis o interpretación de los sueños donde las conjeturas no hacen valer el criterio de verdad sino tesis más inamovibles, estáticas o certezas comprobadas que no pueden ni deben ser modificadas, lo cual, es la actividad intelectualizada llevada a su propia teoría casi definitiva en esta disciplina psicológica, la propia interpretación de los sueños consolidada, donde él encuentra una mayor seguridad a la hora de ser comparado por otros especialistas discrepantes. Freud realiza, por consiguiente, ya, su propio análisis esforzado, valiéndose de tesis que contienen otras significaciones subjetivas reelaboradas pero firmes. Incluye separadores, corchetes desde los que diferencia su propia elaboración en la segunda edición para desmarcarse de otras opiniones anexas o ajenas.
PROLOGO A LA TERCERA EDICION:
Nos sitúa dentro del transcurso del tiempo, con nueve años consumidos desde la primera y la segunda edición. Entremedias, y al cabo de un año, ya puede presentar una tercera edición en la que quedará patente de forma potencialmente advertible, el progreso de los conocimientos científicos, no estando, no obstante, seguro, de si esto favorecerá su afinidad o su rechazo como prueba de valor objetivo en referencia al lector potencial. Se debe a que en 1899 no había sido elaborada su teoría sexual y se encontraban en un estadio todavía incipiente sus primeras manifestaciones comprobadas empíricamente acerca de las formas más complicadas de la psiconeurosis. Era imprescindible aplicar a la teoría de la neurosis la información harto consolidada tras nueve o diez años, tras las dos primeras ediciones a la interpretación de los sueños, para fomentar un esclarecimiento simbiótico, que pusiera en valor y mejora ambas dos investigaciones no acabadas. En todos esos años, se habían acumulado criterios no baladis que era necesario formular taxativamente. Los cambios semánticos y terapéuticos, científicos, hacen referencia y se notan tanto en el texto como en notas a pie de página.
Empieza a hablar de un colega, el doctor Otto Rank, coadyuvante de sus teorías y valedor tanto de las traducciones, como de la imprenta como también de postulados posteriores alternos incuestionables, o que sirvieran como reforzador o garante de un criterio de veracidad científica, tal y como deviene en ediciones posteriores, en concreto, la cuarta, y también la quinta, donde Rank realiza traducciones de obras anexas o ajenas a la propia teoría escritas en idioma extranjero y que Freud no puede manipular o traducir por sí solo. Ha sido, de nuevo, necesaria, una negativa a realizar una más y mejorada, profunda, en sus contextos y contextualidades, reelaboración del libro, atendiendo al nivel alcanzado respecto de sus teorías psicoanalíticas de tendenciosa actualidad ya, en ese momento cruciales. Hablamos de 1918, terminada ya la primera guerra mundial, en la que no ha disminuido para nada el interés por la materia. Si bien, hubiese sido interesante hacerlo así, no se hizo, para no perder el carácter historicista progresivo y gradual que enfrentará, previamente, diversas corrientes con otras. Concluye con un pronóstico lógico-empírico fácilmente deductible, esto es, que la actividad investigadora en este campo no terminará hasta pasados veinte años.
PROLOGO A LA SEXTA EDICION:
Reformulaciones básicamente de forma y/o relacionadas con los prolegómenos de la industria del libro. La idea de la culminación de la obra en veinte años, como mucho, la refuta por estos motivos esgrimiendo que hay un trabajo arduo que hacer: corregir malentendidos compilatorios y de contenido. No basta con explicar la esencia misma del sueño, en el estadio actual, sino que se hace necesario optimizar dichas explicaciones, pero con un cierto libre albedrío exento de la censura que se haya podido suscitar con la novedad primigenia de la obra y su carácter.
PROLOGO A LA OCTAVA EDICION:
En esta fase continuista de la obra, Sigmund Freud ha conseguido publicar sus Obras Completas, labor llevada a término, por un organismo literario importante: La Editorial Psicoanalítica Internacional de Viena, reacondicionando los volúmenes por añadidura, dada la cantidad de material editado. Por contra, y de manera independiente, -perteneciendo la segunda edición al Primer Volumen y los añadidos y cambios o correcciones al tercero, de estas obras completas- indicar que al término de la presente obra, la estructuración de la misma, engloba una publicación editada de forma independiente y hace referencia a las traducciones: francesa, española y húngara.
Por lo mismo, siendo fieles a la rigurosidad y al orden epistolar la presente obra actual, la definitiva, dice Freud que ha sido sometida a revisión pero solo en lo fundamental. Recordemos que estamos hablando en este parágrafo de la octava edición y que han transcurrido años. Fecha de publicación: Viena, diciembre de 1929. Se trata mayoritariamente de un documento histórico, omitiéndose toda la literatura científica desde los inicios de la primera publicación de La interpretación de los sueños. En algún pasaje o capítulo versan por añadidura también dos artículos: «Sueño y Poesía» y «Sueño y Mito».
FINAL DE ESTA ESTRUCTURACION DE LA OBRA Y DE SU SIGNIFICACION. COMO VAN A SER LA O LAS SUBSIGUIENTES ENTRADAS.
Hasta aquí, el sentido de la obra, sintetizado en un lenguaje más coloquial para quien no tenga la edición que tengo yo y mismamente, el por qué surgen nuevos desarrollos teoricistas dentro de un contexto cronológico evolutivo. Que se zanja perfectamente explicado en cada una de las ediciones originales a través de fragmentos escritos por el propio científico vienés.
En próximas entradas, no puedo precisar cuántas, iremos paso por paso relatando el contenido y estructura caracterológica de esta excelente obra de la psiquiatría en su corriente del Psicoanálisis ligado al crecimiento de dicho material onírico. Material directamente vinculado a los diferentes investigadores y escolásticas, si las hubiere, hasta llegar a la simbología y al inconsciente, como factor vehicular o dirigente de los sueños.