Categorías
`PSICOLOGÍA

Enfermedades nuevas post-pandémicas. Caso particular.

En primer lugar, he de advertir que no soy medico, facultativa, psicóloga o psiquiatra, tengo por virtud una mente analitica y utilizo la observación, la analogía y la asociación de ideas. Fundamentalmente, confío y me asesoro de los especialistas, academicistas y entendidos en cuestiones nodulares, es decir, me documento.

En segundo lugar, pido perdón por esta entrada que no debe atribuirse a meras especulaciones o imaginación personal. No provengo estrictamente de una mente profana en estas lides, aun cuando mis conocimientos puedan ser precarios, lógicamente. Así que si incurro en algún error lógico-empírico pido disculpas de antemano y, por añadidura, recomendaré las consultas con los expertos, con el beneplácito de la medicina y de la ciencia, en primer y último término.

También he de subrayar que mi caso particular es, mayoritariamente, el elemento vehicular que me ha llevado a extraer mis propias conclusiones, siempre basándome en el conocimiento acumulado que ya existe y en noticias y preestudios de campo que aunque no se hayan publicado o a los que no puedo tener acceso, lógicamente también, me consta que, de ellos mismos, se ha filtrado ya determinada información en lo que atañe al vaticinio según cálculo aproximativo de que ibamos a conocer enfermedades novedosas o que han transformado su modus operandi, tanto fisiológicas o biológicas como psicológicas.

Tampoco pretendo ser alarmista más allá de la coyuntura sistémica episódica que estamos viviendo con la Covid-19 y que ha dado ejemplos prácticos de muchas cuestiones que referiré, unas colaterales, o subyacentes, otras más que evidentes para implementarlas en este articulo que, reitero, pretende ser de opinion pero más o menos riguroso, en la medida de mis posibilidades.

Ya se estaba especulando durante incluso la primera ola por la OMS, si no me equivoco y por otros organismos internacionales y también en España, mi país, que ibamos a vivir una nueva realidad post-pandémica, no solo en las formas sino estructuralmente en ciertos modos de ver las cosas, a efectos de las medidas necesarias epidemiologicas y sanitarias, que afectaban, en principio y en segundo orden, a la economia y a los social. Esto es, que hemos y estamos asistiendo -ahora parece que el conocimiento acumulado durante cerca de dos años nos resarce de errores y falta de previsión natural y lógica, no podía ser de otro modo- a una crisis humanitaria de carácter sanitario, económico y social sin precedentes homólogos, al menos, no con estas características intrínsecas por el tipo de virus y la internacionalización del problema, de naturaleza mundial, que nos aboca a sentir y a vivir de otro modo recostumizado.

Muchas personas se han tenido que ver obligadas a autoconfinarse mucho más allá en el tiempo cronológico que el correspondiente a la primera y a la segunda ola. Pongamos por caso, personas que por sus condiciones sanitarias y médicas estaban incluidas dentro de los grupos de máximo riesgo. Me tomo como ejemplo, en este caso, porque padezco cáncer de ovario, me han operado dos veces y hace un año, en julio pasado, terminé mi último ciclo de quimioterapia. Pero también, aparte de los inmunodeprimidos o con inmunodeficiencia, personas con enfermedades hematológicas o cardiovasculares, diabetes tipo 2, obesos mórbidos, ete, existen personas que ya de por sí presentaban de forma aguda o crónica patologías degenerativas, o con restricción psicomotriz o aeromotriz. Lo digo con mis palabras, ustedes perdonen.

Estas dolencias per se ya eran tratadas en cada caso con un diagnóstico concreto, un pronóstico y una gradualidad, así como la posibilidad de presentar otras patologías asociadas en forma combinatoria, de tipo psicológico como cuadros de estrés, depresión o ansiedad, adscritos, o bien, al objeto de estudio de la psiquiatría, o bien, al de la psicologia clínica. Pero vayamos por partes.

Factores asociados para presentar un transtorno psicomotriz de nuevo tipo teniendo en cuenta las dolencias o carencias anteriores ya mencionadas:

1- Un año y medio de autoconfinamiento, voluntario o no, es indistinto, en el fondo, aunque incide a la hora de presentar una gradación o una falta de autoestima en la sumatoria de verse mermada la autoestima y el control emocional equilibrado propios de una vida sin riesgos sistémicos.

2- Me he fijado en los casos anteriores por emulación con mi propio caso. Comprobado por mi a través de la autoobservación y las comparativas especulatorias, no exentas de lógica deductiva.

3- La ciencia ya tenía en cuenta que podían aparecer nuevas enfermedades. Lo que no podía presuponer es de qué tipo exactamente. Si hay realizados estudios de campo o no, más o menos prolijos, lo ignoro, ya os he dicho que no soy facultativa. Pero no lo descarto, siempre teniendo en cuenta una serie de variables. Al mismo tiempo, el hecho de que las UCI estén periódicamente al límite en algunas fases covid en el servicio nacional de salud y luego en atención primaria, no se puedan ejecutar los diagnósticos oportunos, etc y no ha habido tiempo; la presión hospitalaria ha oscilado pero no ha dejado de ser un tema monopolizado al máximo en estos casi dos años de pandemia. Por pura necesidad. Asi que, es lógico pensar, que debía de transcurrir un tiempo viable para poder ocupar este estrato, admitiendo que poco se podía hacer en materia de prevención.

-El aislamiento es un factor dirigente, determinante, para las personas que presenten dificultades de movilidad. No por las patologías ya sostenidas en cada caso, sino porque en esta coyuntura, no se puede afirmar que una artrosis se haya agravado por sí misma, por sus propias condiciones de degeneración, que una atrofia muscular o una artritis reumatoide se acentúen en un grado de severidad que no es el habitual, ya que existe el tratamiento oportuno.

-A lo que hago referencia, es a que, en mayor o menor grado y muchas veces, combinadamente, reuma, mala circulación sanguínea, degeneración y atrofia muscular, descalcificación ósea, ete, no implicarían agravante o incremento de síntomas si no fuese por la falta de movilidad y las restricciones que implican el hecho coercitivo de no poder andar por la calle, por la vía urbana sistemáticamente para las personas con esta incidencia patológica. La gente que viva en el campo, por ejemplo, puede no haberse visto tan afectada, o en una población o municipio de menos de cinco mil habitantes, pongamos por caso.

SINTOMATOLOGIA BASANDOME EN MI PROPIO CASO:

El cuadro sintomatológico puede ser más amplio o más acotado, presentar en según que casos alternancia por dias, o combinar unos síntomas u otros, con una gradación dada para cada sujeto.

Se presentan mareos, desequilibrios con la consecuencia de posibles caídas, dolores musculares, tendonales u óseos. Yo he desarrollado una leve cojera, aun no sé si por desviación de cadera debido a la descalcificación de tiempo provocadas por años de anorexia nerviosa. Me lo van a tratar.

Resituemos que las dolencias con tratamiento adecuado en hospital o ambulatorio, no tienen por que desmejorar su pronóstico, aun cuando estén cronificadas, si no se dan variables nuevas:

-Aislamiento o confinamiento necesario y adecuado por ser grupo de riesgo.

-No es lo mismo andar por la calle con toda una serie de distractores externos que en un territorio acotado y limitado como el propio domicilio.

-Vinculación directa o indirecta con sindromes o trastornos clínicos o psiquiátricos asociados que provocan menos libertad de movimientos, cansancio, dejadez, astenia, insomnio, ete. No cambiar de posición o estar todo el día o mucho tiempo acostado o sentado no ayuda.

SECTORES DINAMICOS MAS SUSCEPTIBLES DE PADECER ESTA ANOMALIA:

-Barrios depauperados, guetos étnicos o famlias con escasos recursos económicos o cercanos a rebasar el umbral de la pobreza.

Todos sabemos que aun con los ERTE y los ICO, de extremada ayuda para los pymes y autónomos, con muy buenos resultados, muchas pequeñas y medianas empresas, negocios, han tenido que cerrar y, por tanto, ha habido familias que no lo han pasado demasiado equilibradamente.

-Franjas de edad a partir de los cuarenta o cincuenta años en adelante, sobre todo, la tercera edad que vive en residencias o ha alcanzado una curva de la vejez avanzada.

Donde no ha habido posibilidad de contacto, allí hay un foco, en una persona o grupo de personas, donde alguien ha quedado aislado como consecuencia de no tener poder adquisitivo suficiente como para apuntarse a activiades de ocio, puede presentarse un modelo similar si coinciden las variables médicas en cuanto a las enfermedades que otorgan la naturaleza propia de pertenecer a un grupo de riesgo donde un contagio puede ser más lesivo.

Se pueden establecer más factores, como a mí me ocurre:

-Cuadros de ansiedad leves o moderados, incluso graves, donde la capacidad de autocontrol está mermada a la hora de buscar técnicas de afrontamiento o soportar una exposición prolongada al foco psicológico que afecta consecuencialmente a la movilidad y a una falta de actividad notorias. Ya digo, cada persona es un mundo, pero calculo que las enfermedades que impiden el riesgo o la exposicion por pura prevención al virus son singularmente aquellas que obligan a los individuos que las padecen a acometer normas de comportamiento taxativas a la hora de la prevención o de disminuir los contactos, cuestión, además, regulada, en primer lugar por el Estado de Alarma, con su excelencia en la práctica y más tarde por la Cogobernanza. Ahora se tiende a la judicialización según de qué CCAA se trate en materia de restricciones, como el toque de queda, los eventos, el ocio nocturno. Estamos en la Quinta Ola con la variante Delta extendiéndose por Europa. En la actualidad hemos bajado de los setecientos por cada cien mil habitantes en relación a la incidencia acumulada.

-La malnutrición o desnutrición.

Parece mentira que en España se esté dando una caracteriología de este tipo en grupos anteriormente más estables, pero considero, bajo mi opinión, que se come peor y menos en familias y colectivos desfavorecidos a los que no les llega ayuda regularmente. Que existen. Es un factor no exclusivo, debe de ir acompañado de la degeneración estructural derivada de una dolencia crónica psicomotriz, o enfermedades del corazón, circulatorias, hematológicas o de la sangre que propician tratamientos por si solos, pero que si se combinan con todos los ítems mencionados, puede darse el caso de que se produzca o se esté produciendo ya una enfermedad nueva polifactorial que tiene grupos de interrelación en función de los síntomas y de su diagnóstico pero que se pueda confundir con un agravamiento de la enfermedad base o primaria.

LO QUE SE PUEDE HACER:

-Dar paseos cortos por la calle, sin irse mucho, a no ser que se vaya al médico o deba cumplimentar un trámite burocrático.

-Gimnasia, tai chi, estiramientos, contracción y distensión muscular-tendonal, otros tipos de deportes de tipo anaeróbico, es decir, con poco gasto de oxígeno, como pesas con más número de repeticiones que peso, aparatos específicos, etc. No recomiendo el footing, pero sí la natación a un ritmo lento, tranquilo, más bien braza que crol.

-Intentar comer más proteinas que carbohidratos, si éstos últimos no se queman con el esfuerzo fisico se suelen acumular en forma de grasas. Evitar las saturadas y tomar el aceite crudo. Andar es lo más saludable si no hay otra opción.

-Beber mucha agua y leche, excepto para quien tenga intolerancia a la lactosa.

-Hay que hacerlo metódicamente todos los días, dosificadamente, no mas de una hora y repartido en franjas horarias de diez minutos o un cuarto de hora cada dos horas, por ejemplo. Al menos, os expongo qué hago yo en mi caso particular, no todas pero sí algunas de estas medidas. Se evitan lesiones y agujetas.

SE RECOMIENDA ENCARECIDAMENTE CONTACTAR CON EL MEDICO DE FAMILIA, POR EJEMPLO. CON UN FACULTATIVO, cuando se pueda.

-La fisioterapia, quien se la pueda permitir, los masajes, ete, pero por delante siempre EL CRITERIO MEDICO.

UNA FOBIA SOCIAL DE NUEVO TIPO EN AlGUNAS PERSONAS.

Sabemos que las fobias tienen un elemento o componente psicológico determinante y es la anticipación imaginada del riesgo o peligro a sabiendas de la exposición al objeto fóbico. Muchos son los autores, escuelas, disciplinas psicológicas que lo han definido y estudiado, con técnicas o metodologías específicas, como la desensibilización sistemática, la terapia o contacto de choque, o técnicas de afrontamiento progresivo, bien visual, bien presencial.

La fobia social es, dicho de forma sencilla, el miedo a tener relaciones sociales por temor a fracasar o a no cumplir las expectativas fijadas. Tiene una naturaleza dismórfica, distorsionante de la realidad, por tanto, es otro miedo irracional. Muchas veces, sin un motivo lógico a través de experiencia traumática que se recuerde porque se encuentra solapado en el inconsciente; por lo general, esto último es lo que mayoritariamente coincide con todas las ramas psicológicas.

QUE OCURRE AHORA:

Se trata de ansiedad anticipada por un miedo que sí existe en la realidad, al menos, sus probables consecuencias. El aislamiento lo favorece. Por tanto, puede ir unido a los items que ya hemos mencionado como causas de la poca movilidad en exteriores. Pero puede darse por sí solo, como es lógico.

Desde mi punto de vista, considero que la exposición demasiado intensificada es contraproducente, debe de intervenirse en los campos o esferas de la vida diaria con tiento y cautela para evitar recidivas o recaídas. Sobre todo, en una etapa que vivimos donde las olas suelen darse episódicamente y existe una todavia incertidumbre sobre el futuro social, político, económico, etc, a pesar de la grandiosidad de las vacunas. Recordemos que ahora la inmunidad de grupo, dado que se ha comprobado que se contagia un cinco con cinco por ciento de la población vacunada, se sitúa en torno al ochenta por ciento.

A este respecto, hace falta personal facultativo en psiquiatria y en psicología clinica o en la pública. Por ello, me ha parecido muy correcto que el Gobierno haya sacado un borrador con once medidas a implementar, para un plan correctivo que dé cobertura a la sanidad pública y a atención primaria, con un incremento de plazas convocantes para medicos que colaboren estrechamente con psicólogos clínicos o pedagogos. Este vínculo simbiótico debe tener cabida sin dilación. Se ha llegado incluso al Parlamento con el excelente llamamiento del diputado Iñigo Errejón, no hace mucho, en una sesión de control desde la que pedía mayores recursos para ayudar a una población sobremedicada.

En este articulo de El Confidencial se explica muy bien la nueva Estrategia Nacional de Salud Mental:

https://www.elconfidencial.com/espana/andalucia/2021-07-29/salud-mental-gobierno-atencion-primaria-medidas_3207256/

Por Marisa Doménech Castillo

Soy bloguera, youtuber, y escritora. Me gustan la psicología y los libros de autoayuda.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s