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Retratos de la Post-pandemia III: RESILIENCIA. QUE ES, ETIOLOGIA Y EVOLUCION EPISTEMOLOGICA EN FUNCION DE LOS CAMBIOS EN LA SOCIEDAD Y OTRAS CONSIDERACIONES SISTEMICAS.

Lo que dice la RAE por establecer una comparativa gnoseológica o genérica con respecto a otras cuestiones definitorias a efectos epistemológicos evolutivos en su concepto amplio y en su significación de especificidad.

A TENOR DE MI PROCESO DE INVESTIGACIÓN BASADO EN LA DOCUMENTACIÓN, CONTRASTACIÓN Y ANALISIS PERSONAL A MODO DE TESIS Y CONCLUSIONES, TRAS EL ESTUDIO, ESTABLEZCO DEFINICIONES PRIMARIAS OFICIALES MAYORMENTE CONOCIDAS, ANTES DE IR A LO CONCRETO:

RAE: Este fenómeno responde al nombre de resiliencia. Según la definición de la Real Academia española, se trata de “la capacidad humana de asumir con flexibilidad situaciones límite y sobreponerse a ellas”

LO QUE DICE LA WIKIPEDIA: https://es.wikipedia.org/wiki/Resiliencia_(psicolog%C3%ADa)

ENLACES RELACIONADOS:

Titulo del enlace de la Wikipedia: Resiliencia. Psicologíahttps://es.wikipedia.org/wiki/Resiliencia_(psicolog%C3%ADa)

https://es.wikipedia.org/wiki/S%C3%ADndrome_de_desgaste_profesional SINDROME DE DESGASTE PROFESIONAL

https://es.wikipedia.org/wiki/Boris_Cyrulnik BORIS CYRULNIK

https://es.wikipedia.org/wiki/Empoderamiento EMPODERAMIENTO

https://es.wikipedia.org/wiki/Tu_ne_cede_malis,_sed_contra_audentior_ito TU NE CEDE MALIS, SED CONTRA AUDIENTIOR ITO

Parece ser que la pionera en efectuar estudios en este campo fue Emmy, a mediados del siglo XX. Su legado primigenio constituye una herencia heradada del concepto formulado por el psicoanalista John Bowlby quien, a su vez, tomó el término o vocablo prestado de la Física tal cual.

La ciencia establece que los metales tienen la capacidad de poder doblarse y posteriormente regresar a su posición inicial. Otro ejemplo paradigmático y al mismo tiempo pragmático lo definen la forma de comportarse los juncos: éstos se doblan cuando el caudal del río aumenta, lo cual se consideraría un efecto anómalo o divergente respecto de la normalidad natural. Como resultado observamos que se produce una modificación de lo habitual o la rutina del paisaje o los elementos de la naturaleza o un rearme frente a adversas condiciones anómalas o poco adaptativas. En el caso de los juncos, ni se rompen ni se quiebran (Fuente la Vanguardia en: https://www.lavanguardia.com/vida/20121120/54355244814/eres-resiliente.html ¿Eres resiliente? Artículo muy interesante para conformar los orígenes del concepto o idea extrapolable con posterioridad, a sabiendas de que tanto los términos como su significación pueden derivar en otras acepciones o aplicarse en otros estratos o subestratos del conocimiento y la experiencia práctica. Con independencia de si existen teorías al respecto, que sí las hay, actúa a modo de operatividad efectista un proceso de adaptabilidad al medio, en este supuesto, imbuido de una serie de condicionantes agravantes que inciden de forma perturbadora en el equilibrio isostático de los elemetos que dirimen el funcionamiento del fenómeno cuando estas condiciones dadas se juntan o se combinan entre sí, pudiendo haber causas multifactoriales, contradicciones más secundarias y, por lo general, una principal que actúa como factor dirigente.

MI ANALISIS PERSONAL

La genética es un factor a considerar por haber sido establecido en algún momento por la comunidad científica. Precisando que no tiene carácter determinista, necesariamente o taxativamente para explicar resultados y reacciones de defensa o de afrontamiento de cualquier vulnerabilidad al respecto en un momento dado y en diferentes contextualizaciones. Dado que la propia genética impediría cambios favorables de mejora o resolutorios por su propia naturaleza determinista ligada al nacimiento, a lo congénito. Por tanto, ¿un resiliente nace o se hace?

NO negaremos que pueden existir ciertos patrones ligados a la tendencia unívoca o unilateral pero en un grado comedido respecto de otros factores como la educación o el entorno inmediato o más cercano a la propia idiosincrasia histórica del individuo en cueStión, que se encuentre inmerso en esta dinámica o un grupo determinado de personas con similares circunstancias comunes o anexadas en aspectos de analogía. Siempre se ha puesto tradicionalmente el ejemplo práctico, a modo de radicalización en todas sus formas, el proceso vivido por un prisionero en un campo de concentración nazi. Luego, volveremos en concreto a esta casuística porque hay estudios que la emplean como baremación o medida.

Si no nos desligamos del entorno, la educación temprana o la práctica social históricamente determinada en un tiempo y en un lugar, podemos llegar a afirmar que el proceso no está exento de un aprendizaje donde la firme voluntad está presente como característica reiterativa en muchos de los individuos analizados en sus experiencias personalistas.

En lo que muchos científicos, estudiosos e investigadores de este epifenómeno se han puesto de acuerdo es en que como nexo común e indivisorio, se debe de pasar por una experiencia vital extrema para poder averiguar si se posee tal capacidad aunque sea autoinferida. Y va ligada inexorablemente a la necesidad de superviviencia. Por lo mismo que los juncos de los ríos necesitan doblarse en caudales densos para volver a su forma y perpetuar su especie arbórea, guardándose un equilibrio iso o igualitario que hacen que la naturaleza sea una conexión con el universo dual o dialéctico, donde aspectos determinantes recalifican el comportamiento en función de una serie de parámetros que son comunes y que admiten y solicitan per se la frecuencia y la relatividad, la repetición O cualidades como la perseverancia o persistencia, donde el factor de temporalidad evoca la manera en que tales experiencias permiten sobrevivir o mantenerse imperdurables las innnatas calidades de las cosas y de sujetos susceptibles de experimentar resiliencia. Por eso tales premisas en procesos antiguos en el tiempo cuyas disquisiciones se repiten son objeto reforzatorio a la hora de permitir el aprendizaje mismo, condición sine quanon para que no sea un fenómeno caduco sino perenne o perdurable.

El determinismo no existe en el universo por propio desorden caótico de sus elementos espaciales o siderales, como lo queramos llamar, dentro de una compensación que se rige por leyes materialistas. Un universo que se expande y que es complejo y no determinista. Los planetas giran elípticamente, circularmente, aunque existan agujeros de gusano o bucles de agujeros negros o materia oscura, todavía no identificada intrínsecamente y de forma que sus componente guarden cierta aleatoriedad. A su vez, las propias leyes de la gravitación universal, que se consideran verdades objetivas y universales propician que la arbitrariedad per se, no sea el criterio dominante de la funcionalidad del mundo tridimensional que percibimos y que a su vez existe y se mantiene con independencia de su detección por los cinco sentidos humanos y la mera observación como un parámetro de demostración de la existencia misma. Porque la materia y la esencia de dichas materias de un objeto existen con independencia de la percepción humana. Se demuestra con la formulación matemática de la Teoría de la Ley de la Relatividad en el tiempo, así como anteriormente se formuló la teoría de los átomos, base material acumulada para formular los postulados que el propio Einstein logró fundamentar sin telecopios ni aparatos sofisticados de medición.

Si no existiera el hombre, el mundo podría existir igualmente.

Por lo mismo que la resiliencia es una cualidad que existe en la realidad objetiva sin necesidad de tener que demostrarla con los casos de personas que han padecido sufrimiento extremo. Puesto que las estrellas nacen y mueren, en millones, hay planetas que se extinguen y otros que coexisten por miles de cientos de millones de años desde el principio de todo.

Es la resiliencia una característica no unilateral ni unívoca por necesidad subjetiva, no depende de la decisión sino del instinto de supervivencia, aun cuando tampoco se puede considerar un efecto genetista dentro de la psique a nivel neuronal o coaxial.

Una persona sencillamente feliz no tiene por qué saber qué existe la resiliencia o que lo puede ser él mismo, aunque disponga de la misma en condiciones dadas que se podrían comprobar o no.

En los campos de concentración, los supervivientes más durables, conformaban patrones no asociativos con la valentía innata, por lo mismo que el egoísmo no es una atribución connatural al ser humano. Si, por el contrario, nuestra capacidad grupal y colectiva de asociación y sociabilidad. No hubieramos sobrevivido como especie de no ser por la cooperación tribal más ancestral. A la resiliencia yo la consideraría un esquema de actuación similar a la supervivencia de sí mismo y también de la dinamica de grupos de hombres que luchan coordinadamente por conseguir evolucionar y aprender para modificar patrones no estáticos, sino sistémicos.

El pensamiento y la moral actúan como entes abstractos pero no son factores dirigentes porque estan determinados y se sobredeterminan a la capacidad de reproducirnos como sujetos a nuestro objeto de vida dentro de un entorno o contexto histórico-social-cultural determinado ante el que por imitación y aprendizaje de ensayo y error logramos desechar lo accesorio o banal y concentrar el nódulo o foco que permita los cambios a pesar de las trabas o las incidencias probables o más que posibles.

Cuando tras sopesar variables puestas en asociación y a modo de combinatoria decidimos la mejor opción, se trataría del mismo proceso que se sigue con la seleccion natural de las especies. Los individuos mejor adaptados con independendia de lo armónico, son los que poseen la facultad de continuidad y perdurabilidad.

No nacemos ni valientes, ni fuertes emocionalmente, ni tan siquiera inteligentes por una cuestión de voluntad subjetiva, atributiva o interpretable, aunque a título individual poseamos miles de determinaciones que nos hacen únicos. Pero sí poseemos por condicionamiento reflejo historico, familiar, educacional, de practica del ser social, por interacción con figuras paternofiliales y de rol, la tendencia a manifestar lo más adaptativo que nos produzca equilibrio dominante en una situación valorada desde la adaptación al medio. Y los referentes son muy importantes: si imitamos a las figuras de autoridad y éstas han sido eficaces en su forma de proceder y en su verbalización de actitudes, emociones y pensamientos intelectualizados, más probables es que por imitación actuemos desde un modus operandi análogo.

Los niños son grandes perversos polimorfos en sus fases sexuales de madurez infantil, que son defensas frente a las neurosis desadaptativas y también grandes imitadores. Lo decía Freud, empleando ahora mismo el recurso de autoritas, basado en los postulados del psicoanálisis y tomando la posición y el punto de vista científico no experimental sino materialista..

Las pulsiones de vida sofisticadas se suman reforzando a las primitivas: hambre, frío, miedo ancestral, dolor físico, etc. Y son indivisibles de la experiencial vida de la gente.

Los mejor adaptados en función de su idiosincrasia vital y experiencial tomando como impulso iniciático la infancia o las etapas tempranas del conocimiento desde lo sensorial a lo diacríticamente argumentado desde el raciocinio y fortalecido por nuevas experiencias donde se repite el proceso de aprendizaje a la inversa, son los que sortean con mayor desapego de las creencias limitantes las dificultades extremas incluso dramáticas o trágicas.

Como el conocimiento se acumula en base a cada modo de producción donde se extienden acordes ideas con la superestructura: milltar, legalista, jurídica, ideológica, económica y de lucha de clases y de la producción, nos situamos en un terreno donde en cada etapa, coyuntura y fase hay una correspondencia cultural y antropológica, fundamentada en la clase en el poder que es el estrato basal de divulgación de los usos y costumbres.

Por ello, en siglos pasados, con una superestructura basada en dios o en el humanismo, las ideas subyacentes no permitían aceptar los cánones del ideario desconocido por la mayoría. No se puede aceptar lo que es considerado un peligro de desestabilización del orden establecido. Por tanto, a un resiliente, por ejemplo, un abjurante en la Edad Media o los considerados por la superstición extraños brujos maléficos en la Edad Oscura que pernoctaban durante el Feudalismo como opositores del orden y la estabilidad de la Monarquía y la jerarquía eclesial papal, eran tomados como enemigos de la paz y considerados o locos o elementos subversivos que había que erradicar para no convertir sus esquemas en ámbitos mayoritarios que hiciesen destronar el modo de producción. Lo mismo sucedía en el esclavismo. En el actual capitalismo no nos permiten juntarnos u organizarnos para combatir el sistema explotador de buenas a primeras. No sea que la clase en el poder o dominante pierda sus privilegios. El régimen fascista Nazi del partido nacional socialista alemán de Hitler tuvo claro que para unificar a las burguesías en Europa y en Alemania, no podían permitir las anomalías, las diferencias y lo mutable o transformaddor.

Los rasgos positivos actuales en otras épocas han sido considerados como algo patológico. Porque se aleja de la mayoría social que sigue a la minoría en el poder.

Incluso en la actualidad se puede mantener una actitud más que positiva sin necesidad de no sentirse satisfecho o plenamente realizado aun cuando peligre la propia existencia.

Un resiliente o resilientes saben que es la única forma de actuar aquella que les permita seguir vivos dentro de un sistema que actua bajo diferentes formas de perversión, aunando varios multifactores que coincidan o bien en la misma línea de tiempo, o bien, aceptados contrariamente a su manera o visión del mundo por otras personas ajenas a la empatía o generadoras de maledicencia. La imitación colectiva vuelve a estar presente en el análisis para explicar por qué por ejemplo se lincha mediáticamente a un disconforme aunque posea criterio de verdad, si se ha perpetrado una campaña colectiva mediática, o por qué personas que no estaban de acuerdo apedreaban, lapidaban, contribuían a linchar o quemar a disidentes o combatientes que se resistían a lo establecido convencionalmente.

Por lo mismo que hemos establecido y porque las ideas dominantes evolucionan en función de quién lo dice, cuando lo dice y para qué lo dice, todo se conoce desde una posición aun cuando no se posicione, los parámetros definitorios de la resiliencia han cambiado desde los años sesenta a efectos oficialistas. La variable de la atribución innata fue lo primero que se consideró, más tarde, imbuyendo factores colectivos, de pertenencia a un grupo o comunidad y sus prolegómenos, no solo a efectos de inferencias propiamente individualistas. Actualmente para su reflejo de existencia se tienen muy en cuenta los rasgos culturales de una sociedad concreta donde los individuos interactúan motivados por usos, costumbres, modas, tradiciones, folklore, etc. En el presente siglo se auna por parte de los investigadores dos criterios anteriormente no fagocitados, que son la culturalidad y el sentido de lo comunitario. Se puede entender gracias a observar con claridad cómo se han ido desarrollando los idearios agrupados e inclusivos propios de las primeras declaraciones de derechos humanos a partir de que la burguesía como clase emancipadora toma el poder en el siglo XIX, tras un largo y amplio, a su vez, complejo proceso de la llamada expropiación originaria desde finales del siglo XVI y que ornamentó y regló mediante leyes represivas la conformación inicialmente incipiente del actual modo de producción, el capitalismo, como sistema de control económico, político y militar, siendo colusionado el anterior nódulo factorial clave, el concepto humanistístico-religioso del dios dador, así como el nódulo del humanismo que permaneció casi impoluto durante la Ilustración en España y en media Europa. La competencia entre monopolios e individuos sujetos y determinados por ellos, han hecho aflorar el sentimiento embrutecido del individualismo catalizador de lo no transformable, cuando la dialéctica materialista nos dicta leyes objetivas que nos permiten comprender el actual sistema y por que parece tan inamovible, pero que en realidad, y gracias a la ley de desarrollo como dirección de procesos de mejora de lo anterior, cualquier objeto o sistema es mejorado respecto del viejo. Es la transición como ley de lo viejo a lo nuevo para favorecer mejores condiciones. Taxativo por ley natural de la propia condición del sistema en sí mismo. Su capacidad para provocar situaciones de vulnerabilidad extrema en individuos y colectivos hacen que exista mayor oposición porque el problema de la explotación del hombre por el hombre ha alcanzado tintes de salvajismo en muchos casos. Los resilientes del actual siglo XXI, dentro del capitalismo monopolista de Estado, no son valientes por concepto divino o humanista-idealista metafísico como condición estructural, sino que lo son atendiendo a conceptos grupales y culturales colectivos: solidaridad obrera, sentimientos positivos de afecto entre los semejantes cuando se trata de salvaguardar el equilibrio en contextualidades donde se ocupan muchas horas de dinamismo e interacción mútua, como la familia, el centro de trabajo, una comunidad social, las organizaciones políticas, culturales o de otra índole, etc. Las personas, aunque nos lo hagan creer permisiva y democraticamente, entre comillas, no estan solas. La soledad se puede canalizar gracias al desarrollo legislado de manera oportunista evitando revueltas mayores, de los llamados derechos y libertades fundamentales, tanto individuales como colectivos. La pertenencia a un grupo o sector ergonómico y armónico es una tendencia natural en el actual modo de producción y está vinculado directamente con el modelo identitario. Por eso, la resiliencia contiene muchos de esos parámetros culturales a la hora de manifestarse individual o colectivamente, pongamos por caso, las huelgas, las concentraciones y manifestaciones en la calle, los procesos colectivos en el ámbito laboral para la defensa de las condiciones en el trabajo, salarios, igualdad entre rangos y categorías laborales, la sindicación, la lucha contra la precariedad y los despidos, etc.

Más allá de la operatividad de lo conocido y establecido convencionalmente o los mismos clichés que a veces suelen funcionar por efectistas para tomarlos como mencanismos de reivindicación, existen los casos particulares. De personas individuales, pero sometidas igualmente, en mayor o menor grado, a los mismos procesos que todas las demas en el actual sistema.

El uso de la palabra resiliencia, etimológicamente hace alusión al término latín resilio «volver atrás, volver de un salto, resaltar, rebotar». Por extrapolación asociativa se aplica a la psicología y a otras ramas o disciplinas, también a otras ciencias sociales para referirse a aquellos individuos que deben de hacer frente ante la idea de perpetuidad en el propio ambiente en el que viven, muchas veces hermético o endogámico, a situaciones verdaderamente fuera de todo patrón isobárico o de equilibrio lógico natural. Constituirían situaciones tan perversas como anomalías en el funcionamiento de la rutina y de lo ortodoxo, de lo conocido, de aquello validado como homogéneo. Es decir, normal o naturalizado.

No conlleva desadaptación, sin ir más lejos, la ya mencionada en este estudio pionera en investigación de la resiliencia, Emily Hunter, si no, la cito ahora, expresa su significación a través de una dicotomía o disociación no equidistante, es decir, entre «resiliencia menos que óptima» y «resiliencia óptima». Esta formulación disonante la efectuó en el año 1999 y constituye dos polos en el caso de adolescentes baremados en grupos con riesgo de exclusión social u otros colectivos de similar calado sistémico desdibujados a través de comportamientos nihilistas o altamente violentos con el objetivo de resolver confrontaciones con el medio, así como abandono social y emocional.

Este planteamiento mutó y fue transformado un año después por el estudioso Michael Rutter, quien consideraba criterios positivistas, no negativistas, pues ante el riesgo psicosocial, los individuos o colectivos responden ante estímulos adversos esperando una solución adaptativa o favorable. Como consecuencia, no resultarían ser ciudadanos mal adaptados.

Ahora mismo, desde la neurociencia y más en concreto, el novedoso PNL, programación neurolingüística, se concreta la formulación de resiliencia como la capacidad de afrontar una adversidad, con todos los valores y atributos positivos que ello implica para la consecución de la adaptabilidad, incluso la felicidad o la autorrealización personal. Con independencia de las situaciones en sí mismas. Solo porque el foco de inducción a la mejora se basa en la forma de sentir y de reaccionar, es decir, de la propia percepción, susceptible de ser transformada a base de ejercicios y reprogramación.

Problemas concretos diseminados y extendidos como situaciones ya habituales, aunque no optimizadas como patrón común, como la drogadicción, el maltrato, la fase de duelo ante la muerte de un ser querido, la pérdida del empleo, la ruina económica, etc, que son causa de estrés puntual o agudo o cronificado en el tiempo dirimen componentes que no denotan capacidad sino proceso global multidisciplinar o diacrítico. Esto es, multifactorial y colectivo. A tenor de una multiplicidad de procesos que pueden ir concatenados.

Rasgos o atributos de una persona resiliente:

-Observan perspicazmente la situación en la que se encuentran, primero que nada la reconocen. Como formularía Palozoli, son capaces de romper la homeostasis y la resistencia a los cambios, produciéndose choques con las situaciones que confrontan.

-Objetivizan un propósito otorgandole una propuesta de valor, con la importancia relativa que esto les presupone para así combatir en varios frentes si hace falta o sencillamente buscar orientaciones o ayuda en ámbitos eficientes.

-Realizan planes estratégicos y táctivos altamente resolutivos, en uno o varios de los aspectos del problema o problemas.

En el ejemplo del campo de concentración nazi, describiendo el modus operandi y el disentir ante la situación en apariencia irresoluble de las víctimas.

Vuelvo a retomar los ejemplos drásticos para hacernos una idea de la evolución del concepto pero no así de su sentido de existencia, que es invariable en tanto en cuanto constituye un alegato de la vida como farsa y tragedia. Estos individuos no tenían nada que perder, lo habían perdido todo, y sí mucho por lo que luchar, a no ser que, debido a circunstancias externas a ellos, no internas ni introspectivas, fuesen exterminados durante su estancia allí.

Cuando hablamos de que no es un concepto innato ni humanista, ni tan siquiera necesario per se, de facto, se nos ocurre extraer la conclusión de que estas víctimas, prisioneras del horror del nazismo en todas sus fauces, vivían acompañados y, por tanto, la solidaridad y la colectividad así como el sentido de identidad y de pertenencia al grupo no resultaban dañados, a pesar de que habían perdido toda autonomía voluntaria a expensas de injerencias exteriores a su propia percepción y visión de lo ganado y lo perdido, refuerzan la idea de multifactoriedad y de cooperación entre grupos de hombres que viven conjuntamente las mismas circunstancias análogas. A modo de conclusión sirva este ejemplo, de que la extrapolación a determinadadas contextualizaciones variadas y dinámicas pueden tener rasgos definitorios que constituyan un patrón de comportamiento grupal y colectivo que asumen conscientemente como propio, susceptible de ser aprendido y desarrollado por emulación. Aun cuando existan naufragos o anacoretas, el sentido del colectivismo, unido al hecho de que con anterioridad han vivido en sociedad, porque está demostrado que el hombre es un ser social por naturaleza, le dan visos a este mi análisis, de que el comportamiento es siempre socializado en circunstancias poco comunes; este argumento tiene un rango de veracidad, en el hecho de que las ideas no son individuales ni tampoco exclusivas, de uno, provienen de la práctica social y no son innatas. Se adquieren en un proceso dialéctico y multifactorial de sistemas diversos entrelazados entre sí e indivisibles que se determinan y sobredeterminan en una influencia armónica.

Espero servir de ayuda con este análisis de búsqueda del sentido de la vida y de un propósito de vida colectivo y adaptado al máximo exponente de viabilidad en función de grados, si, pero, al fin y al cabo homogéneo y heterogéneo a la vez, desde un punto de vista de conciencia individual y de grupo que dirige procesos de vida e identitarios, aun en condiciones infrahumanas.

Por Marisa Doménech Castillo

Soy bloguera, youtuber, y escritora. Me gustan la psicología y los libros de autoayuda.

Una respuesta a «Retratos de la Post-pandemia III: RESILIENCIA. QUE ES, ETIOLOGIA Y EVOLUCION EPISTEMOLOGICA EN FUNCION DE LOS CAMBIOS EN LA SOCIEDAD Y OTRAS CONSIDERACIONES SISTEMICAS.»

Ser resilientes es una característica propia de las personas de menos recursos, aquellos oprimidos y subyugados que no cuentan en ocasiones ni para comer, pero a pesar de todo, siguen allí dando la batalla. Aquellos que a pesar de una enfermedad mortal o terminal, no pierden la esperanza de salir adelante o vivir cada día como el último en fin, para mi ser resilientes es asumir que somos capaces de vencer cualquier obstáculo. Gracias por el post.

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